Ya dice la frase popular: ''nadie es tan pobre como para no tener una sonrisa ni tan rico como para no necesitarla''.
Eran muchas las ganas. La fuerza y la voluntad salían del pecho dando corazonadas de ilusión. Había salido el sol y hacía un grandioso día. Camino a la puerta se acercaban un grupillo de locos, con una bata blanca tuneada al más puro estilo Miliki por lo menos, una nariz roja y la cara pintada ( no exageradamente; alguien me enseñó que en esto la esencia no es disfrazarse de otra persona, es ser natural pero con la energía muy alta).
Fue una entrada triunfal, donde los regalos a ofrecer eran abrazos y sonrisas, al módico precio de recibir ésto mismo.
Fueron muchas las miradas, pero no me olvido de la suya. Allí estaba Elvira, Elvira la malagueña. Por lo que vi no creo que esperara sonreír un día como ese, en un lugar como ese. Noventa y tres años sobre los hombros y tantas historias que contar como años multiplicados por mil. El pelo cano, la cara cansada con arrugas, las piernas torcidas y los tobillos hinchados. Así la vi yo cuando llegué a su habitación, de la cual no sé ni el número ni la planta. Son estas cosas que en segundos piensas sin darte cuenta y luego cuando te paras, examinas y lo encuentras allí, en la memoria. ¡Hola buenos días señorrra! ¡Cómo va el día hoy! ¡Ústed es Elvira la malagueña, pero yo puedo bailar sevillanas si me lo propongo! Una rosa pa' tu pelo...
Ahora mismo no sé si me casaré, tendré un buen marido y seré feliz con él, como ella me deseaba, no sé tampoco si tendré noventa y tres años vividos algún día, como yo le decía mostrándole mis deseos, pero sí sé que guardo en un sitio muy especial la sonrisa de aquella mujer.
No podía irme sin hacer algo antes, así que dos horas después, sin más datos que Elvira la malagueña, la encontré, y allí tuvo su hermosa flor.
Esto es para mí la verdadera felicidad, ya lo dijo algún militar (sí, militar), pintor, escultor escritor (sí, también fue todo eso), e inglés a cuya doctrina pertenezco: ''la verdadera felicidad es haciendo felices a los demás''.
No se acabará aquí, de eso sí que estoy segura.
... cierto, claro y breve
Hace 2 semanas