domingo, 30 de marzo de 2008

Sí, sí, probando, probando...

¡Oh! empecemos de una vez, un, dos tres y...

Después de las firmes críticas constructivas, el tedio que otros lugares creados por mi persona en la red me ocasionaban, y porque mi hermano tiene uno (ouch, mierda, no lo digas), aquí presento mi blog; lugar creado para no dar ninguna explicación de ninguna de las palabras que se escriban, para referir todo tipo de intereses y/o sucesos que se me ocurran con dudosa inteligencia o por lo menos, las excusas de mis intentos. Y un toque serio, a poder ser.

Para empezar, por ser domingo, y para hacer la única entrada de este tipo, influenciada por aires ''fotologueros''; la primera tiene una gran mención especial. ¡Felicidades Jaime!, fíjate que singular eres, que te menciono por un hecho que no has conseguido por méritos propios, ya ves tú, incomodar a este mundo con la simple pretensión de nacer un día como hoy, 30 de Marzo, pero 16 años atrás.
Sea como sea, empalaguemos un rato.
Si me pongo a narrar los diversos momentos, recuerdos o lugares especiales donde hemos vivido juntos, ni me acordaría de la mitad, para qué mentir. Es que trece de tus dieciséis, que son los que llevamos aguantándonos recíprocamente, dan para que no me acuerde.
Pero sí tengo en la mente las meriendas en tu casa al salir de catequesis (puto Pepe) e irnos a escuchar la música punk de tu ordenador, para después acabar haciendo la comunión. Los juegos del recreo, los ratos de clase, los cumpleaños...
Me has dado muchos colacaos, muchos chococrispis y muchos sanguichdenata. Muchos cds, muchos lápices, alguna cervecita, etc, pero sobre todo, de las mejores risas, de esas que no se tienen con nadie más.
Balas blancas, balas blancas, para la oveja negra.












Que te den la tarta podrida, y que no cumplas ni uno más.